domingo, 23 de diciembre de 2012

Dibujada en mi mente (TOMO 2) -cap 68-




“DIBUJADA EN MI MENTE" (TOMO 2)
(Fanfic escrito para el foro Maca &; Esther –Hospital Central-, por Sageleah)

DESCRIPCIÓN:
Una estudiante de bellas artes con gran talento  y una inocencia casi mágica, se adentrará en la edad adulta hipnotizada por una estudiante de medicina mayor que ella y un abismo de vivencias que las separan. Juntas descubrirán los claros-oscuros que la pasión y el amor encierran, en un relato donde el crecimiento personal y la lucha por ser uno mismo, combate con el equilibrio de forjar una unión entre dos mujeres, sus anhelos y sus miedos.





68


Amsterdam.

Kate las escuchó entrar riendo en la casa y supo que su momento de tranquila lectura había concluido.

-       ¿Kate? –la llamó Esther-
-       En el salón –contestó ella mientras la esperaba-.

Esther entró como un vendaval en la habitación dejando caer su mochila en el suelo de cualquier forma, deshaciéndose con prisas de su gorro, bufanda y abrigo hasta apilarlos con descuido en una silla, mientras sus manos y su boca no dejaban de gesticular incansables. A Kate le encantaba contemplarla cuando lo hacía, su juventud y su energía eran maravillosas, especialmente cuando se le veía tan feliz como en los últimos días. Poder contar con una amiga, había sido todo un bálsamo para Esther, Kate se daba cuenta de ello y de muchas más cosas. Sus profundos e inquietos ojos azules observaron las reacciones de Alex, que seguía incansable los movimientos de Esther, sonreía con y para ella mientras le contestaba, y reprimía el tocarla más de la cuenta… Kate sonrió por ello, los lazos de la atracción eran toda una inspiración para ella.

-       En serio, deberíamos ir… -le decía Esther-.
-       ¡Ni de coña! –se negaba Alex-.
-       jajaja… sólo a ver, ¿no tienes curiosidad? Yo sólo conozco a los que me habéis llevado en Madrid… podrías hacerlo por mí –le proponía Esther, mientras tomaba a Alex de los hombros y la miraba de cerca-… o por Meike…jajaja…
-       ¿Otraaaa vezzzzzzzzz? Mira que te ha dado la perra con el tema, eh… jajaja… -Alex se separó de Esther, tenerla tan cerca la inquietaba-.
-       ¿Se puede saber de qué habláis? –se metió en la conversación Kate-.

Esther se sentó de rodillas a su lado en el sofá.

-       De ir a un pub al que una alumna ha invitado a Alex. Creemos que es de ambiente… jajaja… bueno, casi seguro… -a Esther le daba la risa cada vez que pensaba en el tema, sobretodo porque a Alex parecía inquietarle bastante-. ¿Por qué no se lo cuentas?

Alex le lanzó una mirada asesina que acabó en un estallido de risas por parte de Esther, la cual le explicó a Kate sus teorías sobre la alumna que había estado coqueteando con Alex esa misma tarde.

-       ¡Cada día te superas, eh! Esta vez sólo has tardado una semana en conseguir que se cuelguen de ti, enhorabuena –dijo Kate poniéndose en pie y achuchando a Alex-.

Alex se encogió de hombros como si no pudiera hacer nada, y su mirada y la de Kate se entendieron sin palabras. Esther se les quedó mirando, las palabras de Kate insinuaban que no era la primera vez que aquello pasaba. Hasta que no vio sus gestos de complicidad no se dio cuenta de que la relación entre ambas era mucho más estrecha de lo que ella se hubiera imaginado.

-       Ha sido una tontería, no es nada, estoy segura –le explicó Alex-.
-       Claro que no –contestó Kate-, de todas formas no creo que sea tan mala idea que vosotras dos salgáis un poco de fiesta. No quiero que Esther vuelva a España tras este curso y tenga la sensación de haber estado recluida, es hora de que salga con alguien más próxima a su edad para variar.

Las dos miraron a Esther a la vez, y por primera vez se sintió intimidada por ambas.

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Madrid.

Al final Maca y Verónica salieron a cenar y de fiesta. A pesar de que el ambiente del pub donde trabajaba Maca por las noches era el que más les gustaba, optaron por salir por otra zona para que Maca pudiera estar tranquila y no se sintiera obligada a saludar cada dos por tres.  Por suerte, Verónica pareció renacer con la idea, y estaba de muy buen humor. Vestirse para la ocasión y sentirse sexy había dado un empujón a su autoestima maltrecha en los últimos días. A la una y media de la madrugada ya estaban a full en la pista de baile, las dos habían conseguido rodearse de un grupo de chicas con ganas de pasarlo bien, y Maca disfrutó de no tener la tensión propia del coqueteo. Era curioso cómo en tan sólo un año habían cambiado sus intereses nocturnos. Pensó en Esther y en lo que estaría haciendo… había podido hablar tan sólo un instante con ella para contarle que saldría aquella noche, por lo visto Esther también iba a salir de fiesta y estaba muy ilusionada, a Maca no le había dado tiempo a enterarse muy bien de la conversación porque Verónica había salido de la ducha de sopetón y tuvo que indicarle por señas rápidamente que hablaba con Esther para que no se delataran. Ahora se arrepentía de no haberle prestado atención, pero sobretodo de tener que estar ocultándole que Verónica vivía en su casa.

Amsterdam.

Esther regresó riendo a la mesa donde tenían las copas tras casi una hora intensa de baile. Alex había procurado no perderla de vista, aunque Meike, la alumna que las había invitado al local, la había tenido entretenida presentándole a gente y entablando conversación con ella.

-       jajaja… -Esther tomó aire entre risas, y luego bebió un trago de su copa-. Madre mía, entre que la música está un poco alta y que mi inglés cojea un poco, no pillo a más de una… y no veas cómo lo aprovechan aquí para arrimarse.
-       ¡Ya, ya me he dado cuenta! –le contestó Alex que aprovechó su llegada para escabullirse de la alumna-.

Esther miró por encima de su hombro y entendió el tono de “me lo dices o me lo cuentas” de Alex, la cual se arrimó bastante a ella. Sonrió ante la idea de ver tan de cerca como pretendían ligarse a su amiga y lo mucho que parecía incomodar a Alex. La verdad es que las veces que habían salido todas juntas por Madrid, nunca la había visto irse con ninguna chica, y no es que a Alex no se le acercaran. Era tan alta como Maca, llevaba el pelo corto y rubio tirando a castaño claro, un cuerpo andrógino de cintura estrecha y brazos largos, además tenía unos pechos bonitos y generosos, aunque nada exagerados, que solían llamar la atención en sus camisetas desenfadadas, hasta Esther se había percatado de ello en más de una ocasión, y eso que ella no era mucho de fijarse en esas cosas. Sin embargo si se había fijado en su rostro, en conjunto Alex estaba muy bien, pero su cara sobresalía del resto, pues era increíblemente guapa, no atractiva, sino guapa a rabiar con esa cara angelical de piel blanca, nariz pequeña y proporcionada, labios carnosos con sonrisa ancha y dientes perfectos cuando sonreía. Sus ojos eran de un verde pulido, tan brillantes resaltados por sus largas pestañas, que era difícil no fijarse en ellos. El rostro de Alex tenía una belleza y una inocencia cautivadoras, y ahora que lo tenía tan cerca de pronto le entraron unas ganas locas de dibujarlo.

Continuará...

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