“DIBUJADA EN MI MENTE" (TOMO 2)
(Fanfic escrito para el foro Maca y Esther –Hospital Central-, por Sageleah)
DESCRIPCIÓN:
Una estudiante de bellas artes con gran talento y una inocencia casi mágica, se adentrará en la edad adulta hipnotizada por una estudiante de medicina mayor que ella y un abismo de vivencias que las separan. Juntas descubrirán los claros-oscuros que la pasión y el amor encierran, en un relato donde el crecimiento personal y la lucha por ser uno mismo, combate con el equilibrio de forjar una unión entre dos mujeres, sus anhelos y sus miedos.
80
Madrid.
Verónica limpió
el espejo del vaho acumulado en el cuarto de baño. Se peinó el pelo aún mojado
y luego se cepilló los dientes. El entusiasmo de Maca por salir se le había
contagiado, pero ahora que estaba más calmada y a solas debía admitir que
empezaba a encontrarse cómoda con aquellas noches sosegadas que pasaban frente
al televisor. “¡Ya vale!... No puedes encerrarte para siempre en casa, hay que
salir”, se dijo a sí misma para alejar a la pereza y lo que se escondía tras
ella. Empezó a ponerse body milk en las piernas, y en los brazos, y al quitarse
la toalla que en parte la cubría, se obligó a mirarse nuevamente en el espejo.
Sus pechos claramente desiguales la miraron de frente, y no pudo evitar
temblar. Verónica nunca hablaba de ello, durante el día era tan fácil
camuflarlo con el sujetador, que ella misma había desarrollado sus propios
mecanismos internos de defensa para simplemente no verse. Sin embargo eran
momentos como aquellos los que le devolvían una bofetada de realidad
devastadora para ella.
“… hagamos cosas pecaminosas juntas… Te
besaré en todas partes…”
Verónica apartó
la mirada del espejo y nerviosa volvió a cubrirse con la toalla al recordar por
un segundo las palabras de aquel mensaje. Salió corriendo del cuarto de baño,
no quería mirar atrás.
-
¡Ey! –Verónica se chocó en su huida con Maca,
ésta la cogió por los brazos para mitigar el golpe-. ¿A qué tanta prisa?
Al detenerse de
frente, Maca se dio cuenta de que Verónica temblaba, le acomodó con los dedos
los mechones de su cabello mojado que alborotados le cubrían la cara.
-
¿Estás bien? –le preguntó preocupada-.
-
Sí, sí… tranquila, estoy bien. Es que me he
destemplado un poco con el cambio de temperatura de allí dentro. No te
preocupes –le dijo Verónica, y con una sonrisa se liberó de la mirada
interrogante de Maca-. ¿Cómo vamos de tiempo?
-
No tenemos prisa –le indicó Maca sin tenerlas
todas consigo-.
-
Vale, pues me visto, seco el pelo y soy toda
tuya, ¿de acuerdo? –le dijo Verónica tratando de volver a una pauta con
objetivos-.
-
De acuerdo –le contestó Maca sin dejar de
mirarla-.
Verónica cogió
la ropa interior del armario común, y antes de quitarse la toalla se dio cuenta
de que Maca seguía plantada observándola. Haciendo un último esfuerzo por
apartar lo más lejos posible aquel atisbo de pánico que había sentido hacía
unos minutos, la miró con cara de ninfómana consabida.
-
¿Qué? ¿Vas a quedarte ahí mirándome como
distracción? ¿o es que repentinamente te han entrado ganas de mí? –jugó con
ella en un intento de que Maca se tranquilizara y no la mirara preocupada-.
Porqué lo podríamos arreglar, ¿sabes?
-
jajaja… perdona, perdona… anda vístete, te dejo
tranquila –se rió Maca por su proposición. Verónica nunca cambiaría-.
-
Buena chica –le dijo Verónica guiñándole un ojo,
y al ver que Maca se alejaba hacia el salón, y ponía la televisión, se
tranquilizó un poco y se concentró en prepararse-.
Amsterdam.
La cena fue
rápida y distendida. Kate se dio cuenta en seguida que aquellas dos
tramaban algo,
pero no consiguió que soltaran prenda. A Kate le gustaba que volvieran a
congeniar, y que los momentos de paz volvieran a la casa, pero algo en las
miradas que se profesaban no dejaba de inquietarla. Alex estaba completamente
colada por Esther, y su joven pintora no parecía darse cuenta de que también
albergaba sentimientos por Alex más allá de la pura amistad. Kate pensó en
Maca. Parecía que fuera ayer, y ya hacía más de cinco años que se conocían. Por
su cabeza pasó el recuerdo de cuando las presentaron, recordó lo mucho que la
atrajo su salvaje belleza y su personalidad arrolladora y desprovista de
complejos. Era tan joven, y tan inquietante. Los ojos de Maca nunca te dejaban
indiferentes, te traspasaban, estaban llenos de vida, de experiencias... pero
también de oscuridad.
Alex y Esther
terminaron de recoger y le indicaron que volvían al cuarto a trabajar. Kate las
vio alejarse por el pasillo, se secó las manos y se dirigió al salón. Cogió una
carpeta y distraída encendió la tele de fondo. Rebuscó entre sus hojas, y entre
sus manos encontró lo que buscaba. Uno de los dibujos de Esther sobre Maca le
devolvió la mirada. Cuanta fragilidad había en su cuerpo cuando posaba desnuda,
y a la vez cuanta fuerza. Sus hombros eran arrogantes, sus piernas finas vigas
sólidas, tan sólidas como sus ideas y principios anclados al suelo, su cuello
era puro veneno, tremendamente perturbador por su belleza, pero su cara… Kate
se quedó contemplándola detenidamente. Que Esther hubiera sido capaz de
atravesar aquella muralla invisible que rodeaba a Maca no le sorprendía en
absoluto, lo que la maravillaba era el efecto liberador que para Maca había
supuesto reencontrarse a sí misma bajo sus ojos. Kate no tenía tan claro que
Esther estuviera completa en ese sentido.
Madrid. 2:30 a.m.
Tras una cena de
risas, charla, recuerdos y buen vino. Vinieron las ganas de baile, copas y
pasarlo bien. A diferencia de lo que habían hecho las últimas veces, esta vez
Maca quiso ir a su pub de trabajo. Bailó sin preocupación con algunas de sus
clientas más insistentes, dejó que la invitaran a ella y a Verónica a chupitos,
se rieron, bailaron y disfrutaron de un coqueteo malsano que ambas sabían que
podían manejar de sobra. Vero y Maca hacían un equipo más que explosivo,
atrapaban todas las miradas, y cuando reían a carcajadas, era imposible no
querer conocer los motivos de sus ganas. Seguras de sí mismas, y con la
libertad de no esperar nada, de no pretender nada de todo aquel séquito que se
arremolinaba entorno a ellas, disfrutaron de la noche y de su mutua compañía.
-
jajaja… de veras que me halagas, pero esta noche
estoy comprometida –burló Verónica a una chica bastante insistente que ya la
estaba agobiando un poco-.
Maca notó como
Verónica se colgaba de su cuello en señal de posesión, y sonrió prestando
atención a la escena.
-
Ah, no sabía que Maca fuera tu pareja –se
sorprendió la chica al ver quien era la acompañante de la despampanante rubia
que había conocido en la pista. Todo el mundo conocía allí a la inaccesible
barwoman, ella misma había intentado entrarle en alguna ocasión, pero Maca
sabía bien como dar un “no” sin ofenderte-. Eso explica porque nunca… bueno, lo
explica todo.
Verónica y Maca
la miraron interesadas, y luego se miraron mutuamente. A las dos se les dibujó
una sonrisa inmensa y pícara ante aquel malentendido. Se complementaban tan
bien, y tenían caracteres tan parecidos, que a la vez se engancharon con total
naturalidad al carro de aquel juego inesperado.
-
Perdona, ¿a qué todo te refieres? –le preguntó
Verónica entrecerrando los ojos-.
-
Oh, no, nada… bueno yo… -la chica se vio apurada
de pronto, creía haber metido la pata-.
-
Tranquilízate cariño, no ha sido nada… apenas
nos conocemos –Maca se puso en el papel de poli bueno-.
-
¿Esperas que me lo crea? Estoy harta de que
todas coqueteen contigo, mientras a mí me dejas escondida en casa sin dejarme
acercar al pub… –Verónica se animó en aquella travesura. A Maca le costó no
reírse viéndola de mujer celosa y enfadada. Verónica sin duda era todo lo
opuesto-… Si me da la gana, podría liarme con cualquiera de aquí, ¿lo sabes?
-
Eh, que yo no he ligado con Maca… -la chica sin
comerlo ni beberlo parecía haber provocado una disputa de pareja-.
-
Lo ves, es todo un mal entendido –entró al trapo
Maca y guiñándole un ojo a la chica en signo de complicidad, desató la vena más
perversa de Vero-.
-
¿Qué ha sido eso? –Verónica le dio un
empujoncito a Maca-.
Maca abrió los
ojos como platos para intentar detener su risa.
-
¿El qué cariño? ¡No ha sido nada! –siguió
fingiendo Maca-.
-
He visto como le guiñabas un ojo. ¿Se lo haces a
todas? –Verónica se iba a descojonar en cualquier momento, era divertido hacer
de mujer despechada-. ¿Te crees que me chupo el dedo? ¿te crees que puedes
engañarme con cualquier guarra?
-
Oye, yo creo que me voy… lo siento, eh –la chica
empezó su retirada-.
Verónica y Maca
la vieron perderse entre la multitud, y se sintieron un poco culpables por hacerle
pasar por el mal trago, pero es que había sido tan divertido.
-
Que mira, que mira… -le avisó Maca-.
Verónica la
abrazó ya descojonándose. Maca también la abrazó.
-
jajaja… pobrecilla, somos unas arpías. ¿Lo
sabes, no? –le dijo Maca-.
-
Lo sé, pero no pude resistirme –le dijo Verónica
apoyando su cabeza contra la de Maca-. Creo que hemos bebido demasiado, estoy
desentrenada.
-
Ya lo veo –Maca la sujetó un rato mientras ella
le daba otro trago a su copa y miraba a las que seguían bailando-.
-
¿Nunca te entran ganas? –le preguntó al cabo de
un rato Verónica-
-
¿Ganas? ¿A qué te refieres? –Maca no entendió la
pregunta-.
-
De acostarte con alguna de las que te
revolotean. A mí no puedes mentirme, recuerdo bien como eres en la cama, y te
juro que aún me sorprende tu reciente celibato –le dijo sin más Vero-.
Maca la miró, sabía a lo que se refería. Como bien había dicho Verónica
una vez, ellas dos eran mujeres de acción, les gustaba demasiado el sexo y no
eran de las que se conformaban fácilmente con periodos de simples caricias.
Sabían disfrutar incansablemente de sesiones sudorosas, y juntas se habían
embarcado más de una vez en juegos sexuales inquietantes. Mirando a su
alrededor, con una buena dosis de alcohol en sangre, y teniendo a su lado a una
de las amantes que más loca la había vuelto en la cama, Maca tenía que
reconocer que a veces si lo echaba de menos.
-
Yo podría decir lo mismo de ti. Que yo sepa, no
te veo muy dispuesta a cazar a nadie esta noche. ¿Cuál es tu escusa? –Maca se
zafó de aquel callejón oscuro donde nunca volvería a meterse si podía
evitarlo-.
-
jajajaja… aún no ha terminado la noche –se rió
Verónica. Estaba claro que Maca no quería reconocer que era duro mantener su
lívido a raya-.
-
Menos lobos caperucita, que empiezo a dudar de
tus encantos –la retó Maca divertida-.
Verónica se señaló los ojos con dos dedos, y luego repitió el gesto hacia
los ojos de Maca para darle a entender que no la perdiera de vista. En unos
minutos Verónica se volvía a alejar hacia la pista y se camuflaba con la gente.
…
Continuará...
¿¿¿armario común Vero y Maca??? oye que yo no se eh? pero no me considero conservadora ni mojigata pero ejem que compartan armario? eso es intimo! ¿O que crees diría la novía de cualqueira si llega de viaje y ve que su pareja comparte armarío con una ex? o.O
ResponderEliminar"Que Esther hubiera sido capaz de atravesar aquella muralla invisible que rodeaba a Maca no le sorprendía en absoluto, lo que la maravillaba era el efecto liberador que para Maca había supuesto reencontrarse a sí misma bajo sus ojos. Kate no tenía tan claro que Esther estuviera completa en ese sentido."
Para mi esto fue too much, necesito explicación sobre esa última frase...
Yo creo que estos juegos de hacerse pasar por pareja entre Vero y Maca les va a pasar cuenta...
Pd. de la castidad inducida no digo nah :P
jajajaja... me encanta tu comentario, me he reído mucho con él. Gracias ;)
EliminarEn cuanto a lo del armario... mmm... Maca tiene un estudio comunicado, no hay habitaciones, ni paredes... solo el coqueto salón-entrada, la cocina, el baño que por suerte SI tiene puerta (jajaja), una cama de matrimonio y UN SOLO armario, gigante, pero uno solo. Así que no les queda más que compartirlo, y creo que a Esther le va a importar menos eso que el que compartan el único colchón que hay en su piso, así que... jajaja... vamos a ver que le parece el tema.
Con lo que respecta a la frase de Kate, tendrás que esperar para descubrirlo a medida que progrese la historia, tú estate atenta ;-)
Gracias por dejar tu opinión y comentario, es de agradecer recibir este feedback. Un saludo.
PD: lo de la castidad inducida...mmm... complicado, complicado :P