La empresa de Pedro Wilson, está a punto de sacar al mercado un láser quirúrgico que revolucionará el mundo de la medicina, el cual ha sido creado por una joven prodigio en ingeniería robótica que resulta que además es su hija, Macarena Wilson. Sin embargo, otros intereses ocultos acechan al proyecto y amenazan con cambiar el futuro de Maca para siempre, si finalmente su trabajo sale a la luz en toda su magnitud. Con la amenaza de perder a su hija, Pedro aceptará la contratación de Esther García, una mujer misteriosa que tomará las riendas de la empresa en pro de un único fin, proteger a la joven. Algo que no le será fácil, dado el espíritu rebelde, guerrero y liberar de Maca, que ajena a lo que sucede a su alrededor, verá a Esther como su única amenaza.
35
No quería dejar a Maca sola, pero aún así
hizo caso a Esther y abandonó la sala. Aún no había terminado de cerrar la
puerta tras ella, cuando algo le decía que volviera adentro, sin embargo no lo
hizo. Dudó, y luego se giró apunto de volver a abrirla.
-
No lo hagas -le dijo con rotundidad aquella voz-.
Eva se giró y se topó de nuevo con aquella
mujer. Su voz era más grave y más dulce de lo que con el ruido del pub
recordaba.
-
Esther sabe lo que se hace, cuidará de tu amiga, no te preocupes -la
quiso tranquilizar Laura-.
-
No dudo de Esther, pero no se puede decir que se lleven demasiado bien
¿sabes? -planteó sus dudas Eva con una mueca-.
-
Bueno, pues si empezamos a escuchar ruido de muebles, entramos ¿no?
-dijo de pronto Laura tratando aplacar la preocupación que veía en la cara de
Eva-.
Eva no lo pilló, estaba demasiado preocupada
para hacerlo. Laura se sintió idiota y trató de no ruborizarse.
-
Perdona, era una estúpida broma, lo siento -dijo Laura-.
-
No, perdona, es que no estoy.... Maca es muy importante para mí, eso es
todo -lamentó Eva la incomodidad de la joven-.
-
Ya... -Laura se metió las manos en los bolsillos traseros del vaquero
pues estaba nerviosa de volverse a encontrar con ella y no quería que se le
notara-. Esther es la mejor en estas cosas así que... estate tranquila por
Maca.
-
Supongo que no me queda otra, al menos hasta que salgan... ¿crees que
tardarán mucho? -le preguntó Eva-.
-
Supongo que un rato, ¿quieres que nos tomemos un café mientras
esperamos? ¡te invito! -propuso de pronto Laura-.
“Ohh, Dios... ¿acabo de invitarla? ¡Pero que
coño estoy haciendo pretendiendo ligar con ella!” pensó Laura poniéndose más
nerviosa todavía. Desde la primera vez que la había visto, Laura no había
podido dejar de pensar en ella. Sin que Esther se lo pidiera, había velado
secretamente a Eva incluyéndola dentro de sus límites de investigación y
protección. La noche que terminaron en aquel pub de ambiente Laura sintió que
se desbocaba, sabía que tenía que mantenerse alerta con Maca, sin embargo sus
ojos se iban inevitablemente hacía Eva, tan inquieta, tan dulcemente alocada...
su gesticulación facial exagerada la hacía sonreír sin esfuerzo, y poco a poco
se había embelesado con ella. Por eso, cuando se le presentó aquella
oportunidad de protegerla y a la vez besarla, no pudo evitar sucumbir a la
tentación de entregarle, aunque fuera por un breve instante, todo lo que estaba
sintiendo. Separarse de aquellos labios había sido un verdadero suplicio. Aún
podía sentir el peso en sus caderas al separarse de ella, cuando un deseo atroz
la devoraba por dentro.
-
¡Oye! ¿Estás bien? -la voz de Eva la volvió a la realidad-.
-
Eh... si, sí... -respondió Laura volviendo a enrojecerse-.
-
Te decía que en la sala común tenemos café, así no nos tenemos que
alejar de aquí -le volvió a decir Eva, pues percibía que no le había
escuchado-.
-
Genial, mucho mejor -respondió Laura rápidamente-.
-
Por cierto, me llamo Eva... creo que la otra noche no nos presentamos
-le dijo de pronto Eva y le tendió la mano-.
-
Yo me llamo Laura... -le
respondió y al estrecharle la mano sus miradas volvieron a encontrarse fijamente
como si la energía fluyera de forma continua entre ellas-.
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Esther había terminado de explicarle sus
intenciones a Maca. Lo primero era encauzar las características del láser
dentro de los cánones quirúrgicos con la intención de poder disminuir su potencial
fuera del ámbito médico. Por ahora los cambios de Esther habían sido sutiles,
pero en cuanto Maca supo que era lo que pretendía Esther con aquella propuesta
empezó a nombrar detalles en los que sin duda tendrían que trabajar para
conseguirlo. Lo segundo era distribuir el mérito del láser en un grupo de
individuos y no centrarlo en una única persona, con ello conseguirían que en
caso de que el proyecto fuera cedido a inteligencia militar, les fuera más
difícil conseguir la integración del equipo humano al proyecto.
-
Pero según tú me han estado investigando desde hace tiempo, ¿no? -le
preguntó Maca-.
-
Sí, un año al menos -reconoció Esther incómoda por la parte que le
tocaba-.
-
Entonces no tiene sentido, deben saber de sobra que soy la auténtica
creadora, sacarme del proyecto ahora es ridículo. No van a tragarse lo del
equipo -le rebatió Maca ya mas centrada en resolver la situación que en
sentirse asustada por ella-.
-
Lo sé, pero ellos no pueden reconocer en el comité que te han estado
investigando desde hace tanto tiempo, el protocolo de seguimiento en estos
casos prohíbe expresamente la invasión de intimidad de civiles salvo pruebas de
atentado contra la seguridad nacional, y
para ello tienen que demostrarlo y le tendría que ser aprobado un permiso de
vigilancia que no han solicitado -le explicó Esther-.
-
Y tú, ¿cómo sabes eso? -se preguntó Maca-.
-
Es mi trabajo -contestó escuetamente Esther-.
-
Sí, lo dices mucho... -añadió Maca mirándola interrogante-.
Esther le mantuvo la mirada sospechando que
Maca mantenía sus dudas e interrogantes respecto a ella.
-
Bueno, lo importante es que mañana cuando vengan, tú no deberás aparecer
en la junta, pues eso demostraría que tienes una involucración especial en el
proyecto -siguió Esther para quitar la atención sobre su persona-.
-
¿Y si piden que el creador esté presente? -le preguntó Maca cruzándose
de brazos-.
-
Entonces pasaremos al plan B -le dijo Esther-.
-
¿Y cuál es el plan B? -quiso saber Maca-.
Esther la miró unos momentos antes de
hablar, pues tenía la sospecha de que lo que le iba a comunicar no le sentaría
bien.
-
Presentaremos al equipo creador -le dijo Esther esperando no tener que
dar demasiados detalles-.
-
¿Qué es? -la inquirió Maca levantando una ceja suspicaz-.
-
He hablado con Vilches, con Javier y con Héctor, para que consten como
creadores del láser -le contestó Esther-.
-
¿Y yo? -quiso saber Maca-.
-
Tu padre no quiere que aparezcas en ningún documento ligada al proyecto
-le dijo ella-.
-
Pero ambas sabemos que es del todo ridículo que mi nombre no aparezca y
más sabiendo que han estado siguiéndome de cerca -le contestó Maca resuelta y
volvió a insistir-, así que te lo vuelvo a preguntar ¿qué piensas hacer
conmigo?
-
Te he incluido como ingeniera en tecnomecánica -le contestó Esther-.
Maca no dijo nada, y Esther se quedó
observándola mientras ella se mantenía de brazos cruzados frente a Esther
analizando su respuesta.
-
Quieres hacer que parezca una simple mecánica de aleación, para que en
caso de que luchen por incluir al equipo del proyecto no sea justificable mi
incorporación. Vilches en programación, Héctor en estadística y Javier en
robótica, ¿me equivoco? -expuso tras el silencio Maca-.
-
En realidad Javier constará como director en programación -añadió
Esther-.
-
¿Javier? ¿por qué? -se extrañó Maca, pues Vilches era el encargado del
departamento-.
-
He estado analizando los perfiles de los tres, y determiné que él era el
mejor candidato llegado el caso... -trató de explicar Esther-.
-
¿Llegado el caso? ¿A qué te refieres? -se sorprendió Maca-.
Esther empezaba a ponerse nerviosa, así que
se puso de pie.
-
Creo que aun no lo has entendido, las medidas que estamos tomando son
como poner troncos delante de una escavadora... es muy probable que no sirvan
de nada, o que sólo sirvan para que ganemos tiempo. Con lo cual tengo que
barajar cualquier posibilidad y eso incluye que consigan el permiso de
disponibilidad total del proyecto y en ese caso, Javier es el candidato
perfecto -le dijo de pronto Esther-.
-
¿Lo vas a utilizar de cabeza de turco? -se sobresaltó Maca al darse
cuenta de lo que Esther estaba diciendo-.
-
No tiene familia, ni nada que le ate al exterior. Es ambicioso, joven,
egocéntrico y con una marcada tendencia al disfrute de poder, no creo que le
fuera difícil adaptarse al mundo que ellos le brindarán -le contestó Esther-.
-
¿Estamos hablando del mismo Javier? -no daba crédito Maca de aquellas
palabras-. Pero si es un niñato de dos al cuarto, fanfarrón y presumido, pero
que se caga cuando quiere entrarle a una tía.
-
¿Sabías que es un fanático de los juegos bélicos? -le preguntó Esther-.
-
Bueno, la gran mayoría de los jóvenes de su edad juegan a ese tipo de
juegos eso no significa nada ... -le dijo Maca sin dar importancia-.
-
Pero no todos tienen récords en 9 de los top diez más jugados del mundo.
¿Sabías que es creador de seis de los blogs más vigilados por contenido de
interés armamentístico? ¿o qué tiene una jornada en oficina de seis horas, y dieciocho
de media en navegación y juego online sobre lo que tu sugieres que es un
hobbie? ¿que el mes pasado convocó una quedada de juego de rol que congregó
jugadores de quince países y que ha pirateado tres veces en menos de dos meses
varios canales de información de los países que hoy por hoy están en guerra?
-añadió Esther-.
-
¿Javier? -Maca ya no sabía que pensar, aquella información la había
pillado por sorpresa-.
-
Bajo mi punto de vista, y tras un análisis de su personalidad, Javier es
potencialmente voluble con propensión a la superación, al liderazgo e intereses
de grandeza -le dijo Esther-.
Maca la miró de nuevo, pues con aquella
información se había sentido desconcertada, pero escuchar de Esther unas
afirmaciones tan mezquinas sobre quien consideraba uno de sus amigos la volvió
a la realidad.
-
Tú no sabes nada, no lo conoces.... ¿Quién te has creído que eres para
ejercer un juicio tan frío sobre una persona que hace apenas un mes que conoces?
-se enfureció Maca-.
Esther entendía a Maca, pero aún así le
dolió el desprecio que vio dibujado en sus ojos hacia ella.
-
Maca, ha dicho que sí... -le dijo Esther al cabo de unos segundos-.
Maca retrocedió, su expresión volvió a ser
de sorpresa.
-
En cuanto le propuse presentarlo como jefe del proyecto aceptó. Le
expliqué la situación a la que se vería envuelto en caso de que el gobierno
solicitara su inclusión, y aún así aceptó -Esther no quería ser quien abriera
los ojos de Maca de aquella forma, pero se había prometido no mentirle-. No
tardó ni 24h en modificar las claves de acceso del proyecto, y tomar el mando y
modificaciones en la programación del láser...
-
Por eso Vilches se peleó con él... -de pronto Maca se dio cuenta, y ligó
acontecimientos que simplemente le habían causado gracia cuando Teresa se lo había
contado-.
Esther asintió. Maca se sentó rendida en el
sofá, no podía creerse la imagen que Esther acababa de dibujarle de Javier,
pero contra más pensaba en él, más detalles del pasado que compartían encajaban
en la descripción que ella le había dado. Incapaz de asimilar más, se levantó
de nuevo.
-
No quiero saber nada más -fue lo último que dijo, y salió como alma que
lleva el diablo por la puerta-.
Esther dio un paso por instinto para
detenerla, pero se dio cuenta a tiempo de que debía dejarla marchar y asimilar
a su ritmo todo lo que acababan de decirse. Ya no había vuelta atrás, las
cartas estaban sobre la mesa y lo único que podía hacer era esperar que Maca
comprendiera y colaborara.
36
Eva saltó de la silla en cuanto vio salir a
Maca enfilando el pasillo.
-
Perdona, tengo que irme... -dijo sin mirar atrás-.
-
Si claro... -fue todo lo que alcanzó a decir Laura poniéndose también de
pie-.
Apenas habían compartido veinte minutos,
pero le habían bastado para recopilar cientos de imágenes y detalles que
reviviría en su memoria calladamente. Con una sonrisa de satisfacción, vio a
Eva entrar con Maca en su despacho. Luego apuró el café antes de acercarse a la
oficina de Esther. Al cabo de unos minutos la comandante salió de la oficina.
-
¡Estás aquí! -dijo Esther en cuanto se topó con Laura-. Será mejor que
nos pongamos en marcha, hay que preparase para mañana
-
Cuando usted quiera, digo... cuando quieras -corrigió rápidamente Laura
poniéndose a su servicio nuevamente-.
-
Entonces en marcha -decidió Esther y Laura la siguió fuera del recinto-.
...
Maca iba de un lado a otro de su oficina,
pensando en todo lo ocurrido, en lo dicho, en lo callado... encajaban muchas
piezas, sin embargo aún quedaban huecos que no sabía como cubrir en aquel
rompecabezas.
-
¿Y qué vas a hacer? -la sacó de sus pensamientos Eva-.
-
Aún no lo sé. Supongo que hacerle caso a Esther... -contestó Maca
mientras se mordía las uñas sin dejar de pasearse-.
-
¿No te parece superfuerte lo de Javi?
-Eva también se había quedado a cuadros con el tema-. Hombre, no me
malinterpretes, es un alivio que no seas tú la que vaya al frente dado el caso,
pero me parece alucinante que por un poco de protagonismo Javier sacrifique su
forma de vida. Nunca me hubiera imaginado que ambicionara algo así.
-
Ni yo, pero no tenemos tiempo para esto... -dijo de pronto Maca y se
sentó frente a ELISA-.
-
¿No tenemos tiempo para esto? -repitió las palabras de su amiga mientras
la veía teclear con gran velocidad sobre el teclado del ordenador-.
-
No -le contestó Maca sin girarse-.
-
¿Qué haces? -le preguntó Eva directamente, sabía que a Maca se le había
disparado la neurona y puesto que parecía que no tenían tiempo de andarse con
rodeos, fue directa al grano-.
-
Lo que debí hacer desde el principio, sólo que no sabía dónde mirar
-contestó enigmáticamente Maca-.
Eva la miró de refilón, cuando se ponía así
siempre se metían en problemas.
-
¿Y eso es...? -la inquirió Eva con una ceja alzada-.
-
Recopilar información del enemigo -le contestó Maca-.
-
Y cómo piensas conseguir.... -Eva se paró en seco en cuanto vio en la
pantalla central la página del ministerio de defensa - . ¡No!
-
Sí... vamos a entrar -dijo Maca con una sonrisa pícara que manifestaba
su emoción-.
-
¡Estás loca??? Debe tener detectores M-k700, una red diferencial de anti
ataque, por no hablar del servidor independiente y de las protecciones de
rastreo. ¡Ni de coña! -se negó Eva ni tan siquiera a barajar aquella
posibilidad-.
-
¿Cuántos Zombis crees que mantienes? -le preguntó Maca sin echar cuenta
de sus advertencias-.
-
¿Me estás escuchando? ¡Si lo hacemos, y nos pillan podemos acabar en el
trullo! Estás hablando de entrar en la base de datos de una agencia
gubernamental. ¡No vamos a hacerlo! -sentenció Eva y como Maca no parecía
querer prestarle atención, se interpuso entre ella y el ordenador-.
Maca se detuvo y esta vez tubo que mirarla.
Se recostó sobre el respaldo del asiento y la observó.
-
Si no lo hacemos nunca sabremos hasta donde pueden llegar. Necesitamos
saber que es lo que buscan exactamente y hasta que punto nos tienen cogidos por
los huevos, es la única forma de adelantarnos a ellos -le dijo pausadamente
Maca-.
-
Bueno, quizá no sepamos exactamente en que tramo del trayecto están,
pero sí sabemos cual es su objetivo y Esther parece tener muy claro cómo mediar
para que lo consigan sin que nadie quede insatisfecho, ¿para que arriesgarse
más? -le contestó Eva-.
-
¿Y si el plan de Esther no funciona? ¿Y si en lugar de contentarse con
el proyecto y con Javier, deciden que nos quieren a todos? ¿qué pasa con
Vilches y su familia, que pasa con Héctor? ¿qué pasa si es a mí a quien
quieren? -le devolvió Maca las preguntas y Eva palideció sólo de pensar en la
posibilidad de que las cosas salieran mal, y que sus amigos se vieran atrapados
en aquella red de pescadores-. Necesitamos tener ases en la manga por si algo
sale mal.... vamos Eva, ¿desde cuando nos gusta jugar con una única baraja?
Eva la miró y recordó cuántas veces habían
hecho referencia a ese juego. Su amistad se basaba en una confianza mutua, una
lealtad frente a la adversidad y en una comprensión difícil de definir. Sólo de
pensar en perder a Maca, algo ya se le moría, y por mucho que confiara en
Esther, no dejaba de ser alguien que acababa de llegar a sus vidas. No, no se
jugaría a Maca a una sola baraja.
-
Hace mucho que no recluto pc's de terceros, supongo que quedarán unos
200 o 300 en mi base -dijo como respuesta Eva-.
A Maca se le dibujó una sonrisa de
complicidad hacia Eva, le estrechó la mano y supo que estaban de acuerdo. Se
giró hacia el ordenador y apartó una silla para que Eva se sentara a su lado.
-
Son pocos Zombis, ¿cuántos crees que podríamos conseguir en digamos, un
par de días? -le preguntó Maca-.
Eva se puso a teclear sus claves en el
ordenador adjunto para acceder a sus fuentes.
-
Si utilizo el troyano-LeCup puede que unos 2000, puedo hablar con
DesTroyer a ver si puede prestarnos algunos de los suyos -le dijo Eva dispuesta
a todo por el plan-.
Maca la miró, inmensamente agradecida porque
siempre estuviera a su lado.
-
No me mires así, si van a empapelar nuestro culo, prefiero que nos lo
empapelen juntas -le dijo Eva-.
-
Sabes que te quiero, ¿no? -le contestó Maca-.
-
Lo sé, pero no te hagas ilusiones que ya le he puesto el ojo a otra -le
dijo Eva sonriendo-.
-
Bueno, no creo que Esther nos visite en la cárcel después de lo que
vamos a hacer... -añadió Maca ya relajada-.
-
¿Y quien ha dicho que sea Esther a la que le he puesto el ojo? -le
espetó Eva y tras ver la cara de fuera de juego de Maca se empezó a reír-.
Continuará...
Very interesting, pero.... Cuándo el líooooooo...
ResponderEliminarJajajajaja
jajjajajja paciencia, paciencia... lo bueno, siempre se hace esperar ;)
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