lunes, 10 de junio de 2013

Dibujada en mi mente (TOMO 2) -cap 99-




“DIBUJADA EN MI MENTE" (TOMO 2)
(Fanfic escrito para el foro Maca y Esther –Hospital Central-, por Sageleah)

DESCRIPCIÓN:
Una estudiante de bellas artes con gran talento  y una inocencia casi mágica, se adentrará en la edad adulta hipnotizada por una estudiante de medicina mayor que ella y un abismo de vivencias que las separan. Juntas descubrirán los claros-oscuros que la pasión y el amor encierran, en un relato donde el crecimiento personal y la lucha por ser uno mismo, combate con el equilibrio de forjar una unión entre dos mujeres, sus anhelos y sus miedos.



99

Madrid.

Verónica entró en el apartamento y al encontrarse a Maca con el pijama en el sofá, abrió los ojos como platos.

-       ¡¡¿No tienes guardia?!! –le preguntó sorprendida-.
-       No –dijo Maca con una amplia sonrisa mientras Verónica dejaba las llaves y alucinaba-.
-       ¿Ni trabajo, ni estudios ni skype con tu novia, ni nada? –ver a Maca tirada en el sofá era tan extraño como encontrarse un oso en mitad de la calle-.
-       Jajaja… no, no trabajo en el pub hasta el sábado,  he decidido descansar de los apuntes y Esther, está en la inauguración de una exposición… así que… soy toda tuya –bromeó Maca tras ver la cara de su amiga-
-       Ohhh pequeña, no me digas esas cosas que me crezco… jajaja… -bromeó Verónica también de buen humor al verla allí. Casi no se habían visto en la semana-.

Se sentó en el sofá con ella y puso los pies en alto sobre la mesa.

-       ¿Entonces, cuál es el plan para esta noche? –le preguntó Verónica con un juego de cejas-.
-       Mmmmm…. ¿peli y pizza? –propuso Maca-.
-       Tú sí que sabes conquistar a una chica, planazo –aprobó Verónica y saltó del sofá-. Voy a por el teléfono.
-       La mía de cuatro quesos, ahhh… y pide helado, tengo antojo de helado –le indicó Maca-.
-       ¿Cheese cake? –sabía de sus gustos, aún así quiso cerciorarse-.
-       Por supuesto. ¡Noche de chicas!... ¡yupi! –Maca se frotó las manos y se levantó para pillar el mando de la parabólica y contratar alguna peli reciente en el canal de pago-
-       Jajajaja… quien nos ha visto y quién nos ve… ¡Increíble! –Verónica no pudo más que reírse, si alguien le hubiera dicho que podía disfrutar con Maca de aquella forma, sin intentar llevársela a la cama, le habría dicho que era imposible, pero ahora... Maca era un regalo que siempre conservaría-.

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Amsterdam

La noche fue avanzando entre comida, actos de animación, música de cámara y obras de arte, mucho arte. Kate se encontró con más gente conocida de la que esperaba, y Esther, que no tenía muchas ganas de sociabilizar aquella noche, aprovechó para evadirse a ratos contemplando obras ellas sola. En dos horas que llevaban allí metidas, se había cruzado con Alex un par de veces en la distancia. Unos cuantos profesores de la facultad también habían asistido y Alex se integró con ellos, ignorando a Esther a conciencia.

-       Perdona que te haya dejado sola, ¿estás bien? –le preguntó Kate al ir a su encuentro-.

Esther se encogió de hombros, su tristeza era palpable. No sabía mentir, a Kate le encantaba eso de ella.

-       Vale, ya veo que no. A ver, hagamos una cosa, ¿por qué no te das una vuelta a ver si ves a Alex y le pides perdón por lo que sea que le has dicho?
-       Kate, no quiere nada conmigo –la atajó Esther-.
-       Bueno, eso es muy discutible. Si no le importaras un comino no estaría de morros por lo que le hayas hecho o dicho, así que ve y habla con ella. ¿O voy a tener que cogeros a cada una de la oreja y sentaros para que lo solucionéis como si fuerais dos niñas pequeñas?

Esther dudó, había sentido la necesidad de disculparse con Alex en el mismo momento que había metido la pata, pero le estaba siendo muy difícil dar el paso porque no podía expresar en voz alta sus justificaciones sin que hubiera consecuencias.

-       ¿Qué pasa si no quiere hablar? –preguntó Esther. Alex siempre había estado para ella, tenía miedo de que esa puerta se hubiera cerrado para siempre-.
-       Bueno, pues te joderás. Te toca también respetar lo que ella desee, ¿no te parece? –le dijo a modo de reflexión Kate y Esther agachó la cabeza-.
-       Vale, voy a ver si la veo. Deséame suerte.
-       Suerte –le dijo Kate guiñándole un ojo y luego la vio coger otra copa de vino de una bandeja y salir por la puerta hacia otra de las salas-.

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Con la excusa de ir al baño Alex se alejó del grupo. A pesar de que había salido con el firme propósito de pasarlo bien y darle en las narices a Esther con su felicidad, la verdad es que toda ella permanecía alterada desde el mismo momento en que la vio salir de su dormitorio vestida con aquel vestido estampado en gamas de verdes, tierras y amarillos que le había ayudado a comprar hacía algo más de un mes. A Esther le quedaba muy bien aquel vestido, y el que hubiera alisado su cabello para hacerse un par de trencitas en un lado y recogerse elegantemente el flequillo, había terminado de rematar a Alex que se vio en la necesidad de huir de su lado en cuanto le fue posible.

“No le has durado ni un asalto, menuda rompecorazones estás hecha, y eso que hoy pensabas presentarte irresistible para ella… jajaja… penoso. Bah, a la mierda, yo no valgo para esto”. Se rió de sí misma Alex con amargura, tras pensar en el ridículo tan espantos que hubiera hecho delante de Esther si hubiera llegado a tener que fingir indiferencia por ella toda la noche. Se metió la mano libre en sus pantalones de raso negro y se echó un vistazo en los trozos de espejo que formaban la escultura central de la sala. La imagen deformada de una mujer de metro setenta tomando un trago de su copa le devolvió la mirada. Alex pensó que ahora mismo, aquellos miles de trozos de espejo y tosco cemento, eran fiel reflejo de cómo se sentía. Un torpe, desesperado y enmarañado intento, de sentirse entera cuando la gravedad y las leyes físicas se esforzaban por aplastarla contra el suelo.

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Al principio no la vio pero en cuanto la zona se fue despejando, apareció frente a sus ojos la figura de Alex sola e inmóvil ante una escultura de vidrio, espejo y cemento. A Esther se le aceleró el pulso nada más verla, no pudo evitarlo. Alex era una mujer hermosa de por sí, pero con aquel top negro con brillos, de espalda totalmente descubierta, ponía aún más de manifiesto las formas femeninas que la envolvían. El recuerdo de haberla dibujado recientemente desnuda de frente, chocó complementariamente con la sensual espalda que ahora lucía. Esther estuvo a punto de recular y volver con Kate cuanto antes. Alex suponía una tentación real a la que no estaba segura de cómo enfrentarse, y ser consciente de ello, detonaba dentro de ella aquel sentimiento de culpa, desprecio, rabia, impotencia y miedo que había nacido desde que para ella existió la posibilidad de ver a Alex como algo más que una simple amiga.

“Quieres a Maca, estás con Maca…”, se repitió mentalmente para centrarse. “Alex es tu amiga, pídele perdón y punto. No se merece que pagues con ella tus inseguridades y gilipolleces”.  Esther respiró, apartó de su mente toda aquella marea de sensaciones que sentía, y se dirigió finalmente hacia Alex. Cuando estuvo a escasos pasos de ella, dudó en cómo abordarla, en si debía tocarla para llamarla. Se contuvo y se quedó a un par de pasos de distancia.

-       Me parece increíble como algo tan pesado puede desafiar así la fuerza gravitatoria. Parece a punto de derrumbarse –comentó Esther a su espalda en un intento de entablar conversación con ella-.

Alex se quedó petrificada al reconocer la voz de Esther. Se había quedado tan absorta mirando y reflexionando sobre aquella escultura, que la sorpresa de que se le acercara, la pilló con todas las defensas bajadas. Aún así procuró recomponerse después de un significativo silencio.

-       No va a derrumbarse. Aunque su interior esté fragmentado y sea delicado, su estructura desconexa es firme y consistente –le contestó Alex, y Esther tuvo la sensación por su tono de voz, que hablaba de algo más que de la base de aquella escultura-. A veces, hay que atreverse a desafiar las leyes para poder crear algo extraordinario, ¿no te parece?

Esther se quedó clavada ante sus ojos verdes cuando Alex se giró para formularle aquella pregunta. En un solo instante, la luz cristalina y clara de su mirada habló de la historia no escrita que podría existir entre ellas, y se asustó del propio rugir de sus entrañas al tenerla tan cerca.

-       Alex, venía a disculparme por lo de esta mañana. No pretendía hablarte de aquel modo ni herirte –soltó a bocajarro Esther, no estaba preparada para profundizar en según qué cosas ni para diálogos encubiertos-. Lo siento mucho, sólo quería que lo supieras.

Alex se le quedó mirando, callada… quieta. Sabía que sus disculpas eran sinceras, sin embargo le hacía daño. En aquel momento supo que Esther siempre sería una herida que lamerse. Se puso a su lado.

-       Marc Tollini creó esta escultura como perpetuo recuerdo de superación para el ser humano, ¿lo sabías? –Esther la miró a los ojos, y ella le correspondió con una cálida mirada. Luego volvió a apartarse de ella para dar un paso hacia la escultura-. Le costó veinte años de su vida recoger cada pedazo de vidrio y espejo que la componen, porque son rescoldos de historias que han cruzado por sus vidas. Perdida de amigos, de familia, desamores, historias de superación humana que le rodeaban… Es tan triste y a la vez, tan hermoso. Tan tangible, enorme, y al mismo tiempo, tan incorpóreo, ¿no crees?
-       Sí, lo es –pronunció Esther sumergida en todo lo que significaba Alex como amiga, como artista… como persona.-
-      Su pareja era un arquitecto modesto, hasta que Marc lo convenció y lo atrapó en la apasionada visión que guardaba en su cabeza sobre esta escultura, ambos trabajaron para burlar a la física y crear esta estructura colgante, profundamente sólida, que patentaron y que hoy en día es utilizada en la arquitectura más elitista y rompedora en todo el mundo. ¿Lo sabías?
-       No, no tenía ni idea –le contestó Esther absorta en ella. Su apasionamiento hacia la escultura, su sensibilidad, eran algo que de un modo tan natural y tan extraño se asemejaba a lo que ella sentía por dentro, que era muy difícil no sentirse en armonía con Alex-.

Alex se quedó un momento en silencio mirándola a los ojos, Esther tampoco los apartó de los de ella, como tantas veces antes en las que se habían sentido unidas mientras trabajaban juntas. De pronto se escuchó música y se atenuaron las luces de la sala, un nuevo espectáculo improvisado iba a dar comienzo, y la gente empezó a dirigirse al recinto para verlo. Bailarines vestidos todos de negro y sin rostro, interpretaban una danza contemporánea que parecía versar sobre los lazos humanos. De repente entraron en juego unas sábanas blancas como complemento del baile, y los bailarines empezaron a interactuar con algunos de los asistentes enrollándolos en parejas y tríos con la metáfora de las sábanas como representación de los lazos. Antes de que Esther y Alex pudieran hacer nada, un dúo de bailarines las envolvió y las enrolló juntas con la sábana, integrándolas en la puesta en escena. Paradójicamente, los dos seres que más habían luchado por escapar de sus sentimientos, acabaron completamente abrazados y sin poder huir ni esconderse.

Continuará....

6 comentarios:

  1. Tengo taquicardía leyendo estooooo al final me veo como Esther más enrrollada que una persianaaaaaaa ya no se para donde va el bus aqui o.O

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    1. jajajaja... no me digas esas cosas, que me crece la vena torturadora y te apreto una tuerca más.

      ;)

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  2. esta vez te has superado... has roto con los pocos esquemas que me quedaban en la cabeza, ya me puedo esperar cualquier cosa de esta obra de arte ;) enhorabuena!
    PD: lo de "Maca era un regalo que siempre conservaría" es precioso ^^ por poco lloro de la emoción jejje

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    1. Gracias María!!! Me subes la autoestima y me alegra muchísimo que te haya gustando tanto este último capítulo.

      ;) Gracias por continuar compartiendo conmigo tus comentarios en el blog. Un saludo.

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    2. Lo que faltaba ahora te pones chupa tintas con María ;)

      Pd. a algunas les gusta la vaselina y a mi que las escritoras me torturen,sino no me explico que hago yo leyendote sin parar xD

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